sábado, 21 de junio de 2014

Me acaricia tu aliento Tibieza del ayer… Hoy presente Me acaricia tu voz Suave… sutil… eterna Trayendo del pasado… el ahora Esencias… vivencias a ventana abierta Los aromas… el trinar de las aves Caída de la persistente lluvia Hace renacer recuerdos Húmeda tierra… fragancia terrenal eterna El viento juega, entre el abúndate follaje Engamado en las diversidad de los verdes… sepias… amarrillos… ocres… Susurrando eternas melodías Meciéndose a su paso, coloreado de pétalos Rojos… celestes… violetas… blancos… Emergen perfumes de nostalgias Las nubes corretean jugando… ¿Quién sabe con quién? ¿Tal vez con Febo…? Todo me inmortaliza tu figura inhiesta Galopa salvaje, pasa impetuosa Vida acrisolada, cosmos emanando esencias Elixires místicos fluyen y se esfuman En misterioso Universo Estoy en pie, vos siempre estuviste Aun cuando flotabas Sujetando esta frágil y efímera existencia Es hora del descanso, el murmullo llega Del armonioso eco de los tiempos. La luna blanquea mi frente Una plateada luz, ilumina el ambiente Apoyo la cabeza, en nívea almohada Mis labios, dibujan una tenue sonrisa Duermo, plácidamente, en brazos de Morfeo Emanando de la nada… y sitiándolo todo Tú presencia… palpitación sempiterna Latidos entre vos y yo…

Me acaricia tu aliento Tibieza del ayer… Hoy presente Me acaricia tu voz Suave… sutil… eterna Trayendo del pasado… el ahora Esencias… vivencias a ventana abierta Los aromas… el trinar de las aves Caída de la persistente lluvia Hace renacer recuerdos Húmeda tierra… fragancia terrenal eterna El viento juega, entre el abúndate follaje Engamado en las diversidad de los verdes… sepias… amarrillos… ocres… Susurrando eternas melodías Meciéndose a su paso, coloreado de pétalos Rojos… celestes… violetas… blancos… Emergen perfumes de nostalgias Las nubes corretean jugando… ¿Quién sabe con quién? ¿Tal vez con Febo…? Todo me inmortaliza tu figura inhiesta Galopa salvaje, pasa impetuosa Vida acrisolada, cosmos emanando esencias Elixires místicos fluyen y se esfuman En misterioso Universo Estoy en pie, vos siempre estuviste Aun cuando flotabas Sujetando esta frágil y efímera existencia Es hora del descanso, el murmullo llega Del armonioso eco de los tiempos. La luna blanquea mi frente Una plateada luz, ilumina el ambiente Apoyo la cabeza, en nívea almohada Mis labios, dibujan una tenue sonrisa Duermo, plácidamente, en brazos de Morfeo Emanando de la nada… y sitiándolo todo Tú presencia… palpitación sempiterna Latidos entre vos y yo…

martes, 17 de junio de 2014

 Cuando me propongo a divagar y quiero hacerlo románticamente, un soplo de realidad, me vuela y voy a parar, a ese montón de hojas marrones, canela… sepias… amarillentas… como el té de manzanilla.
Es parte de la realidad de la vida, de la existencia. Nadie queda de semilla ¿o sí?, la cadena biológica, el ADN esta.
De todas maneras me gusta el crujir de las hojas, al poner los pies sobre mullida alfombra.
Es peculiar el sonido, tan peculiar como el que producen las gotas de lluvia, sobre el cristal del ventanal. Tan diferente, como los acordes que ocasiona el viento en el follaje, según la velocidad en que viaja. El que provoca, al apoyar las plantas de  mis extremidades inferiores…
Cerrando los ojos… con las manos dentro de los bolsillos, del pantalón color verde musgo, campero. Respirando el soplo profundamente…  Dejando que el sentido olfativo, inhale todo a su alrededor, y el auditivo, perciba al máximo los sonidos. Queriendo emular a las aves… ellas perciben muchos más… Estructuralmente el oído de las aves es similar al de los mamíferos. Consta de tres partes: oído externo, sentido medio, oído interno. Las primeras dos secciones conducen el sonido del medio ambiente hacia la cóclea, la sección del oído interno inmersa en un líquido. Células con vellosidades recogen las vibraciones que se reciben en la cóclea y las transforman en impulsos nerviosos que viajan por el nervio auditivo hacia los centro El oído externo carece del pinar, oreja típica de los mamíferos. Las aves, sin embargo, poseen las plumas auriculares que cubre la apertura al oído y están bajo control muscular permitiendo guiar los sonidos hacia el canal auditivo. En aves acuáticas existe un repliegue de piel que se cierra cuando esta se zabulle, evitando cualquier daño al oído por la presión del agua.
El oído medio tiene un solo hueso, la columelar, el cual conduce el sonido que llega a la membrana timpánica hacia el oído interno. En el oído interno encontramos receptáculos cuya función es la percepción de movimiento y posición, canales semicirculares, sáculo y utrículo. Sobre las vellosidades de los receptáculos del balance en el sáculo y utrículo existe una partícula de carbonato calizo. Con la fuerza de gravedad halando esta partícula se generan impulsos nerviosos al cerebro, brindando información sobre la posición en el espacio.
El receptor auditivo en la cóclea es el Órgano de Corti. Estos receptores consisten de células con vellosidades que descansan sobre la membrana basilar. Cuando las vibraciones de la columelar llegan a la endolinfa, estas se propagan hasta llegar y activar las velocidades en la membrana basilar y de ahí por el nervio auditivo al encéfalo medio.
¿Cómo compara la capacidad auditiva de las aves con la de los humanos? La amplitud en la frecuencia de sonidos perceptibles por las aves es más reducida que en los humanos. La percepción optima de sonidos en aves fluctúa entre 1-5 kHz de frecuencia. La percepción de sonidos a frecuencias más altas (ultrasonidos) y frecuencias bajas (infrasonidos) disminuye sustancialmente en las aves. Claro está existen excepciones, particularmente en los búhos, que perciben sonidos a frecuencias más altas que los humanos.
Algunas aves que viven y anidan en cuevas, ej: Vencejos y Guácharos, emiten sonidos y dependen de su audición para navegar en la oscuridad. Estos sonidos no son de alta frecuencia (ultrasonidos) ya que el oído de las aves no los percibe. Estos sonidos fluctúan entre 2-10 kHz, emitidos a intervalos de 1 milisegundo.
¡Caramba y aquí paro! Me estaba deslizando muy bien, aun con el vientecillo, hasta que apareció de mi fuero interno, llevándome a las clases de  la maestra “Ciruela”.
 Así no. Por el momento mi pensamiento dejo de pensar a elucubrar de una manera más… como decirles… Bueno… Ustedes que me siguen, ya me entienden: Diría Amalia.” Agarraste el puntito justo para cortar la charla y decir, “Hasta pronto los amo”.
La verdad, es que si estuviera dialogando con ella, eso le hubiera dicho.
Pero a ustedes… No. Hasta cualquier momentito. Besotes de luz.

 LATIDOS ENTRE VOS Y YO: Por un mundo mejor. Pero solos/as no podemos te necesitamos a vos ¿Te unís?