miércoles, 16 de febrero de 2011

SIETE VELOS

Y como siempre. Ya es mi costumbre. He viajado en el tiempo, con mis alas tan frágiles y tan resistentes a la vez. Tirabuzón, espiral cósmica. Envolviendo mis traslucidas membranas, el polvo estelar. Galáctica existencia. Y siempre vos y yo. Siete velos. Siete vueltas alrededor del fuego, la ultimas cuatro, detrás de vos.

En la quietud de la noche el concierto nocturno me plasma el pentagrama, las notas, acrisoladas, las dibujamos vos y yo.

La melodía hoy suena suave, casi imperceptible…Ayer. Ayer fue como un alegro. La nebulosa en la que existo en este espacio-tiempo, estaba más nítida que nunca, tan clara, que estuvimos juntos una eternidad.

Hoy nos envuelven los velos misteriosos, grises, o no, de este universo, quizás para llover. Llorara el cielo. ¿Serán lágrimas de alegría o de dolor?

Más, lánguidamente dejo a mi mirada, viajar… hacia el interior.

Retrospectivamente o no. Son esos los misterios ¿ayer-hoy? u ¿hoy-ayer?

Como la bailarina en la danza de los siete velos, van cayendo uno a uno, en brillante y transparente cascada technicolor. Terpsícore ¿Quizás? ¿Divagas? Me pregunta mi yo interior. Y con suavidad eterna le contesto. No. Voy al encuentro del amor.

LATIDOS: Por un mundo mejor. Solos no podemos te necesitamos a vos.

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